29 dic 2008

DICIEMBRE

(post publicado originalmente a inicios de diciembre pero borrado por error y republicado en PUTA VIDA el 02/01/2008 )

Llegó diciembre y llegó el frío, si chucha!!! Me estoy quejando del inmundo clima que hace estos días en la capital!!! Ayer estuve a punto de mandarle al mensajero a comprar una media (botella pequeña de licor) para templar los huesos, pero como tenía una cita muy importante al final de la tarde mejor me armé de coraje y resistí virilmente la baja temperatura que hacía.La parte del clima es intrascendente, es mas acá está templado comparado con el noroeste de Estados Unidos, todo Canadá y Europa. Pero igual que frío chucha!!!Diciembre es un mes de frivolidades y excesos, todo empieza los últimos días de noviembre y la primera semana de este mes, luego de que la gente se alcoholiza hasta la inconsciencia durante los festejos capitalinos (y que bueno que lo hacen así amortiguan lo que viene después) llega de un momento a otro la navidad.La navidad es esa época del año donde en tu camello te dan el bono y la canastilla (llena de huevadas siempre), donde tus parientes, amigos y demás seres queridos (inclúyase el perro) se afanan en organizar reuniones con el fin de fomentar la unión familiar o consolidar la amistad amparados en esa bazofia conocida como espíritu navideño. Te sacan billete para la comida y el trago y encima te chantan el nombre de algún(a) careverga para que sea tu amigo(a) secreto(a), te dan una base imponible mínima para el regalo y te convocan a una mugre reunión donde ninguno está conciente de la perdida de tiempo y recursos que aquello significa. A costa de ser rechazado (otra vez... ja! como si importara) siempre anuncio a viva voz que si no tienen comprado un buen whisky y no me dan una comida decente y peor aún el regalo que me dé mi amigo(a) secreto(a) no compensa la inversión que yo hice con mi similar, la maldición de las 4 estacas caerá sobre las almas del resto de invitados desatando mi ira al punto de que el Monstruo de los Andes será considerado un beato a lado mío.Conforme las tradiciones consumistas del nuevo milenio las hordas de zombies abarrotan los comercios de toda la ciudad, creando caos en el tránsito y despertando el instinto asesino de aquellos que odiamos los sitios muy concurridos y las muchedumbres insaciables de promociones, ofertas y rebajas. El punto mas cumbre fue cuando llegó mi progenitora (sabia mujer!!!) y sin darme chance a evaluar los pros y contras de lo que me iba a solicitar dijo: “Te paso a ver a las 6:00 al trabajo, me acompañas a hacer las compras de navidad, luego te invito una de esas hamburguesas gigantes que te gustan, hasta luego”. Sin cometer delito alguno fui sentenciado a pasar una noche deambulando por centro comerciales, cargando funda y lidiando con un poco de bastardos que desprecian su trabajo de vendedores y no tiene la mas mínima idea de cual es la función que deben cumplir parados detrás de los mostradores de cada almacén.Tal era mi cara de asco que en determinado momento mi progenitora asustada me recomendó comprarme alguna pastilla para el mareo y tomar mucha agua. Pero el malestar físico era el resultado del malestar moral que me causaba ver los contrastes típicos de la época: afuera un mocoso de unos 10 años topless y descalzo haciendo pésimas piruetas bajo la lluvia en espera de unas pocas monedas que nadie le daba, adentro la gente sacándole la puta a la tarjeta de crédito comprando descontinuados juguetes y adornos inútiles para llenar el árbol la mañana del 25. Tema trillado: síQue se puede hacer: nada.Alternativas: comer cuy en vez de pavo, regalar solo a quien realmente lo merezca (sobrarán dedos en una mano para señalarlos), no aceptar regalos que vienen cargados de hipocresía y cuidar bastante el hígado para el reventón de fin de año.

HE DICHO!!!

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