Hace 3 años y algo más, llegué de la forma mas inverosimil e improvisada al santuario Blanca Estrella de Mar, ubicado en Olón, Guayas. Hice la promesa que regresaría al año próximo, no lo hice, al siguiente tampoco.
Esta vez aprovechando un feriado y días de vacaciones adicionales llegué, armé un viaje que se perfilaba como un cierre de año con broche de oro, algunas cosas no salieron de buena forma, pero las cosas aprendidas luego de los días que estuve por allá son invalorables.
Decidí que sea el viaje a Olón por la sencilla razón de que quería ir al santuario, en principio y aparentemente no iba a contar con la compañía que tuve, luego para mi sorpresa y alegría, al final, se sumó una persona que me dió mas ánimo de realizar esa travesía. Fue una experiencia de conocimiento, de aprendizaje, como dije, a pesar de los altibajos muchas conclusiones importantes salieron de ese viaje.
Y aunque las cosas quedaron medio tensas en principio y luego se asimilaron como aspectos en los cuales hay que trabajar y ponerle todas las ganas del mundo, no me arrepiento en absoluto de haber estado allá, a pesar de que hubo malas caras, incomprensiones, desaciertos, tensiones, se sacó algo bueno de todo y es conocer ciertos puntos débiles que deben ser pulidos y varias actitudes que, unas deben ser mejoradas y otras mejor eliminadas.
Cumplí mi promesa, volver al santuario, no fue en la fecha y las condiciones que había previsto después de mi primera visita allá en el 2011, hoy estoy convencido de que debo volver al menos una vez mas para las fiestas de septiembre, quizás este año, si Dios lo permite o el siguiente, o alguno dentro de un corto plazo.
Me encantó haber ido acompañado, me encantó las largas conversaciones, las caminatas en la playa, las hamacas, las facetas que se mostraron, el acolite, las risas, el afecto, el cariño que se entregó, se que quedaron un par de sabores amargos, pero nada que sea complicado o insuperable, de hecho considero que esta aventura por la costa sienta las bases de mejores momentos, mejores paseos, mejores actitudes y toda la apertura para saber que no se está perdiendo el tiempo ni jugando.
Hasta este día, y los que vengan, estoy contento con todo y dispuesto a que el Olón 2014 sea el principio de cosas nuevas y mucho mejores, así me siento, así es como busco las cosas, así es como sigo sin detenerme, enmendando errores y aceptando que la vida es una costante de sube y bajas, pero la determinación hace que ese camino que se escogió valga todo el esfuerzo.