Bellacos:
Cuando era niño me caí de una altura de como 8 metros, estaba jugando en un terreno baldío en cuyo extremo había una peña bastante honda que se sostenía por un muro de contención, me estaba escondiendo y en el filo de esa peña y calculé mal, pise en las hierbas crecidas y me fui al fondo, mi cabeza se estrelló contra una varilla que sobresalía del muro de contención y luego caí mas abajo a través de un árbol.
La sangre inundaba mis ojos, estaba atontado por el golpe y ya que nadie vió mi caída, nadie acudió a ayudarme, no se cuanto tiempo estuve tirado bajo ese árbol pero en medio del dolor, los chorros de sangre y el desconcierto pude pararme y empezar a caminar lento en dirección a unas gradas que conectaban el terreno baldio con el patio del cojunto residencial donde vivo.
La sangre no paraba de salir y a cada paso que daba sentía como las paredes de mi cráneo roto chocaban entre si, todo era confuso, sentía angustia y miedo pues no comprendía que mismo pasó, mi mano estaba roja y pegajosa por la hemorragia que no podía contener por mas presión que hacía, me dolía la espalda y la pierna derecha por el impacto.
Al llegar a las gradas me sostuve del pasamano muy fuerte y en la segunda tanda de gradas bajé sentado, al comenzar el siguiente trayecto desde lejos me vieron los amigos de mi hermano mayor y le alertaron sobre mi condición, él dejó el partido de volley que jugaba y vino corriendo a sostenerme, me llevó a la casa de un vecino médico donde recibi los primeros auxilios y un par de puntadas en el cuero cabelludo.
Antes de entra a mi casa vomité, mal síntoma, antes de que se complique mas la cosa estaba trepado en el auto de un amigo de mi hermano rumbo al hospital, en ese entonces mi madre trabajaba los sábados y mis hermanos mayores se quedaban a cargo de la casa, al llegar al hospital mi papá (que no vivía con nosotros) estaba ahí, todo fue muy rápido de pronto estaba en una camilla y entraban y salían médicos, finalmente en rayos X y luego en la tomografía confirmaban mi crítica condición.
No paré de vomitar ni un solo instante, decían que tenía fiebre, pero yo me cagaba de frío, poco a poco fui perdiendo el habla y la movilidad del lado derecho de mi cuerpo, tenía muchas preguntas, quería saber que me pasó, que me digan que iban a hacer conmigo, quería pedirle a mi papá que no se vaya, que se quede conmigo, tenía mucho miedo, pero por mas que intentaba las palabras no salían de mi boca, solo emanaba sonidos guturales, gritos.
Por la ventana vi que empezó a oscurecer, un par de veces escuché la palabra quirófano, el rostro de mi papá estaba descompuesto, entraron dos enfermeras, una sostenía una recipiente con agua tibia y la otra una barra de jabón, una brocha de peluquero y una navaja de afeitar, me raparon, como dice Galeano, a cero, fue algo demasiado fuerte, lloraba de la desesperación, no entendía por que carajos me estaban rapando, lo peor es que las enfermeras lo hacían tan de prisa que me cortaban a cada rato y me echaban un líquido amarillo similar al alcohol en los lugares que sangraba, mi papá me sostenía para que no me resista, en mi mente les gritaba "hijas de puta déjenme en paz" pero a traves de mi boca solo salían alaridos.
Igual que en las películas empecé a ver las luces que pasaban sobre mi, iba camino al quirófano, hacía frío, un frío indescriptible, ya no estaba mi papá, solo doctores y enfermeras, de pronto vi la cara de un doctor que me hablaba, me decía que todo iba a estar bien, me pedía que cuente de forma regresiva sus dedos empezando por el 10, sentí algo cubriéndome la cara, llegué hasta el 6 o hasta el 5 creo y todo oscureció.
Casi un día después desperté en cuidados intensivos, mi mamá estab junto a mi, en sus manos estaba mi oso Pocho, al ver que abrí los ojos empezó a llorar, yo quería abrazarla, sentir su protección, decirle que la quiero, pedirle disculpas por lo que pasó, que me perdone por haberme caído, quería levantarme y sentirme seguro entre sus brazos pero no podía moverme, tenía un tubo en la boca, la cabeza vendada y un fuerte y horrible dolor de cabeza.
Como consecuencia del traumatismo craneoencefalico que se formó producto de la caída recibí 16 puntos y una linda cicatriz en forma de herradura, tuve quince dias de hospitalización, mas de medio año de terapia de lenguaje, año y medio de rehabilitación física, control permanente del neurocirujano, casi 5 años ininterrumpidos de Tegretol, obtuve una hermosa, suave y manejable cabellera y a un montón de ideas distópicas y pertubadoras.
HE DICHO!!!
Cuando era niño me caí de una altura de como 8 metros, estaba jugando en un terreno baldío en cuyo extremo había una peña bastante honda que se sostenía por un muro de contención, me estaba escondiendo y en el filo de esa peña y calculé mal, pise en las hierbas crecidas y me fui al fondo, mi cabeza se estrelló contra una varilla que sobresalía del muro de contención y luego caí mas abajo a través de un árbol.
La sangre inundaba mis ojos, estaba atontado por el golpe y ya que nadie vió mi caída, nadie acudió a ayudarme, no se cuanto tiempo estuve tirado bajo ese árbol pero en medio del dolor, los chorros de sangre y el desconcierto pude pararme y empezar a caminar lento en dirección a unas gradas que conectaban el terreno baldio con el patio del cojunto residencial donde vivo.
La sangre no paraba de salir y a cada paso que daba sentía como las paredes de mi cráneo roto chocaban entre si, todo era confuso, sentía angustia y miedo pues no comprendía que mismo pasó, mi mano estaba roja y pegajosa por la hemorragia que no podía contener por mas presión que hacía, me dolía la espalda y la pierna derecha por el impacto.
Al llegar a las gradas me sostuve del pasamano muy fuerte y en la segunda tanda de gradas bajé sentado, al comenzar el siguiente trayecto desde lejos me vieron los amigos de mi hermano mayor y le alertaron sobre mi condición, él dejó el partido de volley que jugaba y vino corriendo a sostenerme, me llevó a la casa de un vecino médico donde recibi los primeros auxilios y un par de puntadas en el cuero cabelludo.
Antes de entra a mi casa vomité, mal síntoma, antes de que se complique mas la cosa estaba trepado en el auto de un amigo de mi hermano rumbo al hospital, en ese entonces mi madre trabajaba los sábados y mis hermanos mayores se quedaban a cargo de la casa, al llegar al hospital mi papá (que no vivía con nosotros) estaba ahí, todo fue muy rápido de pronto estaba en una camilla y entraban y salían médicos, finalmente en rayos X y luego en la tomografía confirmaban mi crítica condición.
No paré de vomitar ni un solo instante, decían que tenía fiebre, pero yo me cagaba de frío, poco a poco fui perdiendo el habla y la movilidad del lado derecho de mi cuerpo, tenía muchas preguntas, quería saber que me pasó, que me digan que iban a hacer conmigo, quería pedirle a mi papá que no se vaya, que se quede conmigo, tenía mucho miedo, pero por mas que intentaba las palabras no salían de mi boca, solo emanaba sonidos guturales, gritos.
Por la ventana vi que empezó a oscurecer, un par de veces escuché la palabra quirófano, el rostro de mi papá estaba descompuesto, entraron dos enfermeras, una sostenía una recipiente con agua tibia y la otra una barra de jabón, una brocha de peluquero y una navaja de afeitar, me raparon, como dice Galeano, a cero, fue algo demasiado fuerte, lloraba de la desesperación, no entendía por que carajos me estaban rapando, lo peor es que las enfermeras lo hacían tan de prisa que me cortaban a cada rato y me echaban un líquido amarillo similar al alcohol en los lugares que sangraba, mi papá me sostenía para que no me resista, en mi mente les gritaba "hijas de puta déjenme en paz" pero a traves de mi boca solo salían alaridos.
Igual que en las películas empecé a ver las luces que pasaban sobre mi, iba camino al quirófano, hacía frío, un frío indescriptible, ya no estaba mi papá, solo doctores y enfermeras, de pronto vi la cara de un doctor que me hablaba, me decía que todo iba a estar bien, me pedía que cuente de forma regresiva sus dedos empezando por el 10, sentí algo cubriéndome la cara, llegué hasta el 6 o hasta el 5 creo y todo oscureció.
Casi un día después desperté en cuidados intensivos, mi mamá estab junto a mi, en sus manos estaba mi oso Pocho, al ver que abrí los ojos empezó a llorar, yo quería abrazarla, sentir su protección, decirle que la quiero, pedirle disculpas por lo que pasó, que me perdone por haberme caído, quería levantarme y sentirme seguro entre sus brazos pero no podía moverme, tenía un tubo en la boca, la cabeza vendada y un fuerte y horrible dolor de cabeza.
Como consecuencia del traumatismo craneoencefalico que se formó producto de la caída recibí 16 puntos y una linda cicatriz en forma de herradura, tuve quince dias de hospitalización, mas de medio año de terapia de lenguaje, año y medio de rehabilitación física, control permanente del neurocirujano, casi 5 años ininterrumpidos de Tegretol, obtuve una hermosa, suave y manejable cabellera y a un montón de ideas distópicas y pertubadoras.
HE DICHO!!!
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