Quito está helado, llueve bastante, aunque en perspectiva con lo que está pasando en otros lugares del país, esto solo es un simple chubasco. No tengo nada a favor ni en contra del clima capitalino, soy un enamorado ferviente de mi ciudad, esa ciudad donde en un mismo día el sol puede calcinar tu piel sin que des cuenta y de un momento a otro empaparte por completo y provocarte una pulmonía si no tienes cuidado y anticipas los cambios bruscos de temperatura que se producen en cuestión de un par de horas.
Cuando hace frío las cosas cambian, de pronto siento mas hambre de la habitual, o sea yo siempre tengo hambre y como en cantidades muy exageradas pero nunca engordo y mantengo mi contextura delgada y porte atlético, cuando hace frío como, que digo como, trago desmedidamente, es mas en este momento estoy comiendo un paquete grande de Ruffles y dudo mucho que me dure hasta acabar este post.
Cuando hace frío no se porque diablos me entran unas ganas insaciables de tomar Pájaro Azul, pero del bueno, del que sabe traer don Wellington cuando se va a su tierra, ese que nos acompaña en las noches de baraja y conversaciones estúpidas, que nos mantiene lúcidos mientras estamos sentados a la mesa pero que atrofia todo nuestro sistema nervioso y nos hace besar el piso cuando tratamos de levantarnos, ese que al otro día no produce chuchaqui y te deja "filito" para cumplirme a cualquier agraciada dama que se cruce en el camino.
En días como estos donde lo mas aconsejable es abrigarse para evitar ser víctima de afecciones respirtaorias tengo el placer de vestir mis busos de lana "turtleneck" que me hacen lucir mas elegante y formal que de costumbre, lo que me da puntos a fvor si es que ando de "cacería".
Un punto negativo y completamente insoportable es el transporte público, como aún no he logrado concretar aquel negocio ilícito que tengo en mente en el que se involucran sustancias adictivas, juegos de azar y mujerzuelas, todavía tengo que usar andar en buseta, es tan asqueroso cuando al subir al bus percibo ese vaho fétido propio del hacinamiento de individuos en espacios cerrados, pequeños y sin ventilación, en estos días es cuando mas regaños, malas caras y hasta puteadas recibo, ya que soy el único "salvaje" como me dijeron ayer que abre la ventana a las 6 de la tarde en el frío y con algo de llovizna, pero es que en realidad "los buses apestan" como le dije al montubio ese que se atrevió a juzgar el benevolente acto que tuve con mi delicado olfato.
Tener compañía junto es necesario, hasta imprescindible, y no hablo de estar tomándote un café o trago en compañía de tus panas, o acompañarle a tu vieja a hacer las compras (que tardecita la de ayer!!!), ni de echarte a ver tele con el perro toda la tarde, hablo de compañía que lo único que te inspire sea "quitarte el frío"a como de lugar.
En fin estas y muchas cosas mas pasan cuando hace frío, lo mejor es estar atento pues las bajas temperaturas en la capital traen consigo cosas buenas también, en especial si de "quitarse el frío se trata"
1 comentario:
Es frecuente en estos días escuchar a la gente que vive en Quito decir que el día está feo y creo que no es así. Con una chompita y bufanda se puede apreciar lo hermoso de las tardes frías quiteñas con nievlina incluida, ademas con un cafecito y una buena conversación se aprecia aún mas.
Saludos
Publicar un comentario